En la serenidad de la campiña arequipeña, el Molino de Sabandía se alza como un testimonio de la cratividad y maestría de épocas pasadas. Este lugar combina la fuerza del sillar y la piedra volcánica, con un entorno natural que parece sacado de un cuadro. Caminando por sus alrededores, es fácil imaginar cómo funcionaba hace siglos, cuando las ruedas hidráulicas no solo molían granos, sino que impulsaban la vida de toda una comunidad.
En este artículo, podrás descubrir los secretos que rodean este histórico molino, su cautivadora arquitectura y el entorno natural que lo enmarca, en un viaje que te llevará al corazón de los Andes Peruanos.
1. Historia del Molino de Sabandía
Origen y propósito
En el año 1621, el español García de Vargas Machuca encargó la construcción de un molino que aprovechara la fuerza del agua de los manantiales cercanos de Sabandía. La obra estuvo a cargo del maestro de cantería Francisco Flores, quien diseñó una estructura robusta y funcional, hecha completamente de sillar, la piedra volcánica distintiva de Arequipa.
- Propósito principal: Moler granos como trigo y maíz, básicos en la dieta colonial.
- Importancia regional: Este molino se convirtió en el corazón agrícola de Sabandía, facilitando la producción de harina para población local y las haciendas cercanas.

De modo que el molino no solo servía como un centro de trabajo, sino también como un símbolo de la conexión entre el ingenio humano y los recursos naturales de la región.
El declive del molino
Con el paso de los siglos, los avances tecnológicos desplazaron gradualmente el uso de molinos hidráulicos. Durante el siglo XX, el Molino de Sabandía, quedó en desuso, lo que condujo a su abandono. Las lluvias, el desgaste del tiempo y la falta de mantenimiento lo convirtieron en una ruina silenciosa, testigo del esplendor perdido de épocas pasadas.
Restauración y renacimiento
Afortunadamente, en el año 1973, el Banco Central Hipotecario del Perú lideró un esfuerzo para devolverle al Molino de Sabandía su gloria original. Esta tarea fue encomendada al arquitecto Luis Felipe Calle, quien enfrentó varios desafíos.
- Estado de deterioro avanzado: La estructura estaba en ruinas, y los mecanismos del molino habían desaparecido casi por completo.
- Falta de planos originales: Para reconstruir el molino, Calle tuvo que recopilar testimonios de los pobladores locales y basarse en registros históricos.
- Compromiso in situ: El arquitecto trabajó en el sitio mismo, viviendo en una carpa durante el proceso de restauración.
Gracias a este minucioso trabajo, el molino fue restaurado a su estado funcional, manteniendo su diseño colonial original y preservando su sistema hidráulico.
Un monumento al pasado colonial
Hoy en día, el Molino de Sabandía se alza como un símbolo de la arquitectura rural mestiza arequipeña, con su imponente estructura de sillar y su mecanismo hidráulico en pleno funcionamiento. Este monumento no solo recuerda el pasado agrícola de Arequipa, sino que también conecta a los visitantes con la historia viva de los Andes.

2. Arquitectura y diseño del Molino de Sabandía
El sillar, esa piedra volcánica blanca que emana de los volcanes cercanos, es el material protagonista del Molino de Sabandía. Su uso no solo es estético, sino también práctico:
- Resistencia y durabilidad: Este material permitió que la estructura del Molino resistiera el paso de los siglos.
- Elegancia natural: El brillo del sillar refleja la luz del sol, haciendo que la edificación se integre de manera majestuosa con el paisaje andino.
- Maestría local: Cada detalle arquitectónico, desde los arcos hasta las escaleras, evidencia la habilidad de los canteros arequipeños.
- Diseño hidráulico: El arte de aprovechar el agua.
Asimismo, el molino se destaca por su sistema hidráulico, una muestra de la capacidad técnica de la época colonial. Este mecanismo, restaurado en su totalidad, funciona de la siguiente manera:
- Canales de agua: El agua se desvía del riachuelo cercano hacia las ruedas hidráulicas.
- Ruedas en movimiento: Estas ruedas, impulsadas por la fuerza del agua, generan el movimiento necesario para accionar las piedras de moler.
- Molienda precisa: Las piedras de moler están ajustadas para triturar granos con exactitud, garantizando la calidad de la harina producida.

Este sistema no solo aseguraba la productividad del molino, sino que también destacaba por sus sostenibilidad, aprovechando recursos renovables como el agua.
Elementos estéticos: Belleza en cada detalle
El Molino de Sabandía no es solo una máquina agrícola, sino también una obra arquitectónica diseñada para inspirar. Entre sus elementos más destacados se encuentran:
- Muros y contrafuertes: Robustos y elevados, aportan solidez y carácter a la estructura.
- Techos abovedados: Una característica distintiva de las construcciones coloniales que le da un aire imponente.
- Escaleras y balcones de sillar: Estos detalles rústicos añaden un toque artesanal que realza la estética del molino.
- Integración con el entorno: Ubicado junto a un riachuelo, el molino se convierte en el centro de una estampa pintoresca, donde la arquitectura y la naturaleza se entrelazan.
3. Entorno natural: Un escenario que enmarca la historia
Paisajes que envuelven el Molino de Sabandía
EL Molino de Sabandía no solo se distingue por su valor histórico y arquitectónico, sino también por estar rodeado de un entorno natural que realza su belleza. Ubicado en la campiña arequipeña, el molino se encuentra inmerso en un paisaje pintoresco, con:
- Vegetación exuberante: Árboles centenarios, cactus y una diversidad de flores locales que añaden color y vida al área.
- Fauna característica: Llamas y alpacas, que se pasean libremente en los alrededores, creando un ambiente que transporta al visitante a épocas pasadas.
- Vistas icónicas: Desde el molino se pueden apreciar las majestuosas siluetas de los volcanes Misti y Chachani, símbolos inconfundibles de Arequipa.

El riachuelo: Fuente de vida y belleza
Un elemento esencial en este entorno es el riachuelo que atraviesa la zona, cuya agua fue vital para el funcionamiento del molino en sus tiempos de apogeo. Este pequeño curso de agua no solo tenía un propósito funcional, sino que también un toque estético único.
- Sonidos relajantes: EL suave fluir del agua crea una atmósfera de calma que envuelve a los visitantes
- Reflejo del pasado: El molino reflejado en el agua ofrece una imagen digna de postal, perfecta para los amantes de la fotografía.
- Ecosistema vivo: El riachuelo sustenta tanto la flora como fauna del área, demostrando la conexión entre la arquitectura y la naturaleza.
Atractivos cercanos: Más que un molino
Además del propio Molino, la zona de Sabandía ofrece otros puntos de interés que enriquecen la experiencia:
- Puente Colonial de Sabandía: Un vestigio de arquitectura colonial que conecta la historia y la naturaleza de lugar.
- Caminos rurales: Senderos que invitan a los visitantes a explorar la campiña, rodeados de campos verdes y pequeñas casas tradicionales.
- La mansión del Fundador: Una imponente casona colonial cercana al molino, que muestra cómo vivían las familias aristocráticas de la época.

El encanto de Sabandía: Un viaje al pasado
El Molino de Sabandía se presenta como un testimonio tangible de la habilidad humana para construir en armonía con su entorno. Su estructura de sillar, perfectamente integrada en la campiña arequipeña, es una invitación a reflexionar sobre el ingenio de épocas pasadas, mientras el sonido del agua y el paisaje natural conectan al visitante con la esencia de la región
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