La Plaza de Armas del Cusco: Conoce su historia y legado

Fotografía nocturna de la plaza de Armas

La Plaza de Armas del Cusco, conocida también como Plaza Mayor, es el corazón histórico, cultural y social de la ciudad. Este emblemático espacio ha sido testigo de transformaciones cruciales a lo largo de los siglos, desde su origen como un pantano ceremonial en tiempos de los incas hasta convertirse en el principal punto de encuentro de la ciudad moderna. Su historia es el reflejo de los cambios políticos, sociales y culturales que han marcado al Cusco y, por extensión, al Perú.

Ubicada en el centro de la ciudad, la Plaza de Armas del Cusco es más que un lugar turístico: es un símbolo de resistencia, identidad y legado, que une las raíces incaicas con la arquitectura y cultura coloniales.

Orígenes en el Tahuantinsuyo

La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, narrado por cronistas como Garcilaso de la Vega, establece que el dios Inti les encomendó la misión de fundar el imperio de los incas. La pareja fundacional debía buscar un lugar donde su vara de oro se hundiera en la tierra, indicando el sitio propicio para establecer el centro del Tahuantinsuyo. Este evento ocurrió en un pantano que posteriormente sería transformado en la Plaza de Armas.

El trabajo de secado del pantano comenzó con el inca Sinchi Roca, quien utilizó tierra traída de las montañas para rellenar el área. Sin embargo, fue Pachacútec, el noveno gobernante del Tahuantinsuyo, quien completó la obra, embelleciendo la plaza con materiales como piedra y arena traídos desde la costa. En esa época, la plaza era mucho más extensa que en la actualidad, abarcando las zonas que hoy conocemos como la Plazoleta Recocijo y parter de las calles aledañas.

Plaza de Armas durante el Imperio Incaico

Conocida en tiempos incaicos como Aucaypata o Huacaypata, la plaza cumplía un rol fundamental en la vida del imperio. Este espacio central era utilizado para reuniones políticas, ceremonias religiosas y celebraciones militares. Entre las festividades más destacadas que se realizaban en la Aucaypata estaban:

  • El Inti Raymi: Celebrado en honor al dios Sol, representaba uno de los eventos más importantes del calendario incaico.
  • El Capac Raymi: Ritual destinado a marcar el fin del año agrícola y el inicio de un nuevo ciclo.
plaza de armas del Cusco en tiempos de los incas
Plaza de Armas del Cusco en tiempos de los Incas

Además, desde la plaza partían los Caminos del Inca, que conectaban el Cusco con los cuatro suyus (regiones) del imperio: Chinchaysuyu, Antisuyu, Contisuyu y Collasuyu.

Alrededor de la plaza se encontraban los palacios más importantes, como el Qasana de Pachacútec, el Amaru Cancha de Huayna Cápac y el Sunturwasi de Viracocha. Estas edificaciones no solo eran símbolos de poder, sino también centros administrativos y residencias de la élite incaica.

Transformación durante la conquista española

La llegada de los conquistadores en 1534 marcó el inicio de una profunda transformación de la Plaza de Armas. Los españoles destruyeron los palacios incas y erigieron sobre sus cimientos iglesias, casonas y otras construcciones coloniales. Este acto no solo modificó el paisaje físico del Cusco, sino que también simbolizó la imposición del poder colonial y la religión católica sobre el mundo andino.

Plaza de armas de Cusco virreinal
Plaza Mayor de Cusco antes del terremoto de 1650

Entre las edificaciones más destacadas que se levantaron en la plaza están:

  • La Catedral del Cusco: Construida sobre el Sunturwasi, el palacio de Viracocha.
  • La Iglesia de la Compañía de Jesús: Ubicada en el sitio del Amaru Cancha, el palacio de Huayna Cápac.

La Plaza de Armas también se convirtió en un escenario para actos de poder y castigo. En 1572, Túpac Amaru I, último líder del estado neo-incaico de Vilcabamba, fue ejecutado en la plaza. Más de dos siglos después, en 1781, la brutal ejecución de Túpac Amaru II, junto con la de su esposa Micaela Bastidas, reforzó el simbolismo de la plaza como espacio de resistencia y represión.

Transformaciones en la época republicana

Con la independencia del Perú en 1821, la Plaza de Armas mantuvo su relevancia como espacio central de la vida cusqueña. Durante el siglo XIX, se realizaron modificaciones urbanísticas para adaptarla a las nuevas dinámicas de la ciudad. Las actividades comerciales crecieron, convirtiendo a la plaza en un importante mercado.

El pasado de la plaza de armas del Cusco
La Plaza de Armas de Cusco: Un testimonio de la historia del Perú

Además, la plaza se consolidó como un espacio para celebraciones cívicas y religiosas. Eventos como los desfiles patrios y las procesiones religiosas mantuvieron su carácter de punto de encuentro y reflejo de la identidad cusqueña.

Plaza de Armas en la modernidad

En el Cusco contemporáneo, la Plaza de Armas es un lugar vibrante que combina historia, cultura y turismo. Sus edificios coloniales, construidos sobre cimientos incaicos, son un testimonio del sincretismo cultural que define a la ciudad.

El área está rodeada de restaurantes, cafés, tiendas de artesanías y agencias de viaje, que convierten a la plaza en un punto de referencia para locales y turistas. Sin embargo, su papel como centro cultural sigue siendo evidente, especialmente durante festividades como:

  • El Inti Raymi: Un festival que revive la tradición incaica cada 24 de junio.
  • Corpus Christi: Una celebración católica que incorpora elementos de la cosmovisión andina.
  • El Santurantikuy: Feria navideña que reúne a artesanos de todo el Cusco.
Inti Raymi en la Plaza de Armas del Cusco
La Plaza de Armas de Cusco es escenario de grandes festividades como el Inti Raymi

Por la noche, la plaza se transforma en un espectáculo visual, con luces que resaltan su arquitectura y le otorgan un aire mágico. Este contraste entre lo histórico y lo moderno hace de la Plaza de Armas un lugar único, donde se encuentra la esencia de Cusco.

Las esculturas y monumentos de la Plaza de Armas

La Plaza de Armas del Cusco no sólo destaca por su arquitectura, sino también por los monumentos que la adornan. En el centro de la plaza se encuentra una fuente con una estatua de bronce, coronada actualmente por una representación simbólica de la cultura incaica. Esta escultura, instalada en el siglo XX, simboliza el legado de los fundadores del Tahuantinsuyo y rinde homenaje a las raíces andinas de la ciudad.

Estatua de Bronce de la plaza de armas del Cusco
La estatua de bronce de la Plaza de Armas del Cusco

Anteriormente, la fuente estuvo decorada con una estatua de un indígena, pero fue reemplazada debido a su falta de correspondencia con la historia local. La fuente en sí, diseñada en el siglo XIX, es obra del escultor francés Jean P. Victor Andre, quien también trabajó en otras ciudades de América Latina. Fundida en el Bronx, Nueva York, esta pieza es un ejemplo de cómo el Cusco adoptó influencias internacionales sin perder su esencia andina.

Además, los alrededores de la plaza están decorados con detalles que combinan elementos coloniales e incaicos, desde escudos de armas hasta símbolos religiosos que reflejan la mezcla de culturas que define a la ciudad.

El Cusco a través de su plaza mayor

La Plaza de Armas del Cusco es mucho más que un lugar turístico. Es un espacio que encapsula la historia de la ciudad y simboliza la resistencia, identidad y riqueza cultural de los Andes Peruanos. Desde su origen como Aucaypata en el Tahuantinsuyo hasta su rol actual como centro cultural y turístico, la plaza refleja la evolución de una ciudad que ha sabido preservar su legado.

Visitarla es recorrer siglos de historia y experimentar la fusión de tradiciones que hacen del Cusco un lugar incomparable. Este espacio, declarado Patrimonio de la Humanidad, sigue siendo un testimonio vivo de la riqueza y diversidad del legado andino.

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