Como ya vimos anteriormente, Perú es un país con mucha diversidad cultural e historia Pre Colombina, culturas Pre Incas que tuvieron influencia en el imponente imperio Inca del Perú antiguo, civilización que se encargo de construir la famosa Ciudadela Inca de Machu Picchu. La cultura Tiahuanaco fue una de las culturas, que se extendió en el Perú; y aunque los principales monumentos y restos de arquitectura, en la actualidad no estén ubicados en el país, esta civilización tuvo mucha influencia en la cultura Inca. La ciudad peruana de Puno, limite con Bolivia, posee restos arqueológicos como “Las chullpas de Sillustani”, “El templo de la fertilidad”, “Isla de Taquile”; muestra de esta importante cultura.
Los Tiahuanaco tuvieron su centro principal en el altiplano peruano y boliviano, exactamente en la Meseta del Collao, a una altitud de 3800 metros sobre el nivel del mar; y en su apogeo llegó a abarcar hasta los países de Argentina y Chile (en el actual mapa). Su existencia data entre los años 1600 a. C. y 1100 d. C; y según relatos, fueron grandes pastores, criaron inmensos rebaños de alpacas y llamas, aprovechaban su lana, carne, cuero, huesos y, aunque parezca increíble no desperdiciaban ni su excremento, pues lo utilizaban como combustible para cocinar sus alimentos y abono en la agricultura. Tuvieron una gran relación y dependencia con esta especie camélida sudamericana, pues también las usaban, como animales de carga, sobre todo a la llama por ser un animal fuerte. Por su compleja ubicación, emplearon la agricultura de altura, que consiste en construir elevaciones de tierra en forma alargada rodeada de canales, como camellones, para evitar inundaciones y heladas. Esto les permitió sembrar además de productos propios de la altura como, las papas, ollucos y granos como la quinua; otros productos como el maíz, la coca y legumbres, así lograron una producción a gran escala. La tecnología del uso de surcos o camellones, es empleada hasta el día de hoy, por descendientes indígenas que viven en el altiplano, es increíble el control de los pisos ecológicos en esta civilización.
Otro dato importante es que esta cultura aprendió a deshidratar alimentos para mantenerlos más tiempo, aquí nació la elaboración del “chuño” y “chalona”, que son papa y carne seca y deshidratada, y tenía la capacidad de ser almacenada por buen tiempo. También fueron grandes pescadores lacustres, para lo que usaban embarcaciones totora para recorrer el lago.
Su cerámica se caracterizó por sus colores poli cromáticos, destacando el color naranja, donde representaban cóndores, felinos, serpientes y camélidos, el ejemplar más representativo de su trabajo es el “kero”. Su organización sociopolítica fue teocrática y militarista, se caracterizo por ser un estado colonizador. Y su arquitectura por sus grandes bloques de piedra, sus palacios y centros administrativos, en los cuales, destacan recintos con piedras rectangulares como el Kalasasaya, el Templo semi subterráneo, Puerta del Sol, Puerta de la Luna, el Monolito Bennett, de 7 metros de altura que representa a su dios Wiracocha, conocido también como el dios de los báculos. Además desarrollaron el comercio, mediante el trueque, Tiahuanaco gran cantidad de recursos de ecosistemas diferentes al del Titicaca.
Usaron ampliamente la tecnología del bronce, destacando su uso en la arquitectura ceremonial de piedra en forma de grapas de sujeción. Otros materiales trabajados por Tiahuanaco o por regiones sujetas a su influencia ideológica fueron ornamentos de oro laminado y plata, tallas de madera, objetos de hueso pirograbado, cestería y cuentas de collar en piedras semipreciosas, hueso y concha.
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