Agosto: Mes de la Pachamama en Perú

La cosmovisión andina es sorprendente, desde tiempos milenarios, los ritos, celebraciones y festividades en homenaje a los dioses, a los elementos de la naturaleza y la tierra que nos brinda los alimentos acompaña a los pueblos del Perú y Sudamérica.

Las muestras de respeto y agradecimiento por todo lo que nos regala la madre naturaleza se manifiesta de diferentes maneras en las culturas andinas, a pesar de la extirpación de idolatrías y la intención de los conquistadores de eliminar toda creencia milenaria de los incas; en la actualidad aún se mantienen vivas las costumbres y tradiciones heredadas por nuestros antepasados, y ahora se están revalorando al igual que las lenguas originarias de los andes como el Quechua y el Aymara.

01 de agosto: Homenaje a la Pachamama

Los países hermanos como Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina celebran la llegada del año nuevo andino el primer día del mes de agosto. En Perú, principalmente en los pueblos de los andes se realizan cultos a la “pachamama”, palabra quechua que significa “Madre tierra” aunque el término “pacha” tiene una connotación más espiritual y se le relaciona al espacio-tiempo y al mundo y el universo.

Durante el comienzo del año nuevo andino en las ciudades de la sierra del Perú, se pueden presenciar diversas festividades y tributos a la Pachamama. Esta ceremonia sagrada es dirigida por chamanes de comunidades indígenas, quienes llevan ofrendas de hojas de coca y encienden el fuego para ofrecer sus corazones abiertos a la madre tierra.

Ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra

El inicio del ritual de bienvenida al nuevo año es austero, sencillo en pocas palabras, pero lleno de significado, las personas se reúnen alrededor mientras los chamanes preparan la ofrenda en una olla de barro, todos los asistentes colocan alguna ofrenda, que puede ser algun alimento comestible o hasta caramelos, pero lo más tradicional es colocar tres hojas de coca que se conoce como “K’intu”.

La música está presente, los pututus resuenan mientras la ceremonia inicia, y los tambores se oyen al compás de los corazones de todos los partícipes de la ofrenda; para realizarla se escoge un lugar sagrado, donde la energía ancestral está presente, es normal ver a los chamanes descalzos para mantener la conexión con la pachamama, en la ofrenda todos literalmente dejan el aliento, dando tres soplos a la olla que pasa por todos los asistentes.

Después de colocar la ofrenda al fuego, el chamán principal realiza algunas oraciones y reflexiones, todos imitan sus movimientos, cuando él se inclina hacia el suelo, todos lo hacen. 

La ceremonia va concluyendo, los asistentes con su K’intu en mano se acercan a los chamanes con mucha solemnidad y él les pide que cierren los ojos y que en primer lugar, suelten todos sus pesares y dolores, que dejen atrás los rencores, que sientan paz en su interior, después tocándoles la cabeza, les indica que ahora peticionen aquello que desean para sí mismos y las personas que aprecian, que lo hagan de corazón. 

Finalmente pide que entreguen sus hojas de coca y las coloca al fuego, después de un abrazo de hermandad entre los chamanes y los asistentes concluye la fiesta de la madre tierra.

Pachamama Raymi, una celebración contemporánea

En las regiones andinas actualmente las familias ponen mistura amarilla en sus hogares, prenden inciensos y echan vino o alguna bebida detrás de sus puertas y en los rincones de sus casas; a la pachamama (afirman los antiguos) le gusta recibir bebidas y también lo dulce.

Cuando recorras los pueblos andinos notarás que las personas antes de darle el primer sorbo a cualquier bebida, echan un poco al piso, es una muestra clara del respeto y consideración que tienen hacia la madre tierra, es una creencia arraigada desde el imperio inca.

La pachamama mantiene una conexión especial con la naturaleza, con los animales, con las montañas o “Apus” sagrados; dentro de la cosmovisión andina es parte de la dualidad “cielo y tierra”. 

El inicio del nuevo año andino implica también la época de la siembra, donde se realizan muchos pagos a la tierra con el fin de pedir una cosecha productiva de alimentos como el maíz o la rica papita andina que salvó a Europa del hambre.

En fin, la celebración anual del día de la pachamama es trascendental dentro de la cultura peruana, es importante señalar que año a año se revaloriza con más fuerza las costumbres ancestrales, aunque con algunos cambios propios de la globalización, sin embargo lo importante es que no se pierda la intención y el significado de las tradiciones.

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