Con escenas de familia, trabajo y creencias, las tablas de Sarhua son más que simples piezas de madera, pues tienen la capacidad de transformar la imaginería de relatos cotidianos en arte vivo. Cada figura y color ahonda en la concepción de historias transmitidas de generación en generación, inmortalizadas en espacios que resisten al tiempo y los cambios. En sus trazos se encuentra el eco de una comunidad que, desde los Andes, descubrió en la pintura una forma única de hablarle al mundo.
Hoy, este arte sorprende por su riqueza simbólica y conexión con la cosmovisión andina. A través de su expresión, lleva a un universo donde el pasado se entrelaza al presente y lo cotidiano se vuelve extraordinario. Por esa razón y otras, acompáñanos a descubrir cómo las Tablas de Sarhua preservaron la memoria y el alma de un pueblo que nunca dejó de contar historias.
Historia y tradición de las Tablas de Sarhua
Orígenes prehispánicos
Las Tablas de Sarhua tienen sus raíces en las tradiciones ancestrales de los Andes, donde las comunidades carecían de escritura alfabética y recurrían a sistemas visuales como los quipus y los tocapus para registrar su historia. Estas formas de comunicación, ricas en simbolismo, servían para transmitir conocimientos y establecer estructuras sociales. Las tablas, con sus representaciones gráficas, heredaron este rol, convirtiéndose en un medio de memoria colectiva que reflejaba la vida cotidiana, las creencias y las relaciones comunitarias.
La influencia colonial
Con la llegada de los españoles, las Tablas de Sarhua se transformaron. Aunque mantuvieron sus raíces andinas, comenzaron a incorporar elementos religiosos de la fe católica, como la devoción a la Virgen de la Asunción y otras figuras sagradas. Este sincretismo de mundos distintos permitió que las tablas sobrevivieran, adaptándose a un nuevo contexto cultural sin perder su esencia.
Reconocimiento moderno
En el año 2018, las Tablas de Sarhua, fueron por fin reconocidas oficialmente como Patrimonio Cultural de la Nación. Este galardón no sólo destacó su importancia artística, sino también su papel en preservar la identidad de la comunidad sarhuina. Desde entonces, las tablas han ganado visibilidad como símbolo de resistencia cultural y creatividad andina.
La ceremonia de la Tabla Apaykuy
El ritual y su significado
La ceremonia de la Tabla Apaykuy es uno de los aspectos más distintivos de las Tablas de Sarhua. Este ritual se realiza durante la construcción de una nueva casa, donde los compadres regalan tablas pintadas a la familia propietaria. Dichas tablas, cargadas de simbolismo, representan bendiciones y buenos deseos para el hogar. En su estructura, suelen incluir una dedicatoria, representaciones familiares y elementos como el Sol, deidad andina que simboliza protección.
Dinámica de la celebración
La entrega de las tablas está rodeada de música, danzas y una gran celebración comunitaria. Los participantes entonan cantos tradicionales y comparten alimentos y caporales de chicha de jora, fortaleciendo los lazos sociales y culturales, en un evento que se constituye en una expresión de unidad y alegría colectiva.
Transformaciones en el tiempo
Aunque el ritual tradicional ha perdido algo de protagonismo, las nuevas generaciones buscan revitalizarlo. En muchos casos, las tablas ahora tienen un uso más decorativo o comercial, pero su esencia cultural sigue presente en cada creación.
Elaboración y exponentes actuales
Proceso artesanal
La elaboración de las Tablas de Sarhua es un arte que combina técnicas ancestrales y creatividad contemporánea. Se utilizan maderas locales como el molle o eucalipto, cuya superficie se alisa cuidadosamente para pintar sobre ella. Asimismo, pigmentos naturales, obtenidos de tierras de colores y otros materiales orgánicos, dan vida a escenas que se organizan en una estructura vertical.
Cada sección cuenta una parte de la historia, desde la dedicatoria inicial hasta los símbolos religiosos y andinos.
Exponentes clave en el arte de las Tablas de Sarhua
Primitivo Evanán es uno de los mayores exponentes de este arte. Su dedicación no solo ha mantenido viva la tradición, sino que también ha llevado las Tablas de Sarhua a ferias internacionales y a la atención de nuevos públicos.
Por otro lado, Venuca Evanán ha desafiado las normas tradicionales al incorporar temas contemporáneos como la pandemia y la lucha contra la violencia de género, además de abrir espacios para la participación femenina en este arte.
Adaptaciones modernas
En respuesta a las demandas del mercado, muchos artistas han comenzado a crear tablas más pequeñas, ideales para su comercialización. Esta adaptación ha permitido que las Tablas de Sarhua lleguen a una audiencia más amplia, manteniendo su esencia mientras exploran nuevas narrativas y formatos.
Cómo vivir la tradición en Sarhua
Exploración cultural
Sarhua ofrece una experiencia única para quienes desean conocer de cerca esta tradición. Por ejemplo, los visitantes pueden participar en talleres organizados por artistas locales, donde se explica el proceso de elaboración de las tablas y su significado cultural. También es posible adquirir piezas únicas directamente de los artesanos, llevándose a casa un fragmento de la memoria colectiva sarhuina.
Turismo en Sarhua
Sarhua es un destino perfecto para quienes buscan autenticidad. Allí, los artesanos locales abren talleres para compartir su proceso de creación de las tablas. De participar en estos, el visitante no sólo aprenderá sobre el arte de este pueblo, sino que podrá llevarse piezas cargadas de historia y simbolismo. Además, el entorno natural de Sarhua es impresionante.
El arte como recuerdo
Llevar una Tabla de Sarhua no es solo adquirir una obra de arte, sino también un símbolo de conexión con la identidad cultural de un pueblo. Cada tabla cuenta una historia única, convirtiéndose en un recordatorio tangible de las raíces andinas.
Ayacucho: Un viaje cultural completo
Riqueza cultural
Además de ser el hogar de las Tablas de Sarhua, Ayacucho destaca por su diversidad cultural. Para ilustrarlo, celebraciones como la Semana Santa, conocida a nivel nacional, atrae a miles de visitantes con sus procesiones y tradiciones religiosas. Además, los templos coloniales y plazas históricas de Ayacucho son testigos de un pasado que combina influencias andinas y españolas.
Complemento perfecto para los viajeros
La gastronomía ayacuchana, con platos como la puca picante, complementa cualquier visita, ofreciendo sabores únicos que enriquecen la experiencia. Asimismo, los paisajes de la región, desde sus montañas hasta sus valles, ofrecen un marco ideal para explorar y conectar con la naturaleza.
Conexión con otros destinos
Ayacucho puede ser el punto de partida para explorar otros destinos emblemáticos del Perú, como Cusco y el Valle Sagrado de los Incas. Esto permite a los viajeros disfrutar de una experiencia cultural completa, vinculando tradiciones andinas en diversos contextos.
Tablas de Sarhua: Arte que Une Tiempo, Historia y Espíritu
En cada tabla de Sarhua se preserva la vida misma de un pueblo que, generación tras generación, ha encontrado en el arte su mejor forma de expresión. Estas piezas, cargadas de símbolos y relatos, no solo narran vivencias, sino que también reflejan la profunda conexión entre lo espiritual y lo cotidiano. Con cada pincelada, las tablas trascienden el tiempo, mostrando cómo la creatividad puede convertirse en un puente entre culturas.
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