Al llegar a Cusco, uno de los primeros retos a enfrentar es el mal de altura, conocido localmente como soroche. A medida que asciendes a más de 3400 metros sobre el nivel del mar, la falta de oxígeno en el aire empieza a hacerse evidente, lo que podría ocasionar malestar y una serie de síntomas, afectando negativamente la experiencia del viajero. Afortunadamente, la sabiduría ancestral de los pueblos andinos ha brindado una solución que sigue vigente hoy en día: la hoja de coca, cuyo uso va mucho más allá del famoso mate de coca. En este artículo, conoceremos en detalle la rica historia, los múltiples beneficios para la salud y las tradiciones culturales que giran en torno a esta planta sagrada, tan profundamente arraigada en la vida de los Andes.
Historia y relevancia cultural de la hoja de coca
La historia de la hoja de coca en los Andes se remonta a miles de años atrás. Hallazgos arqueológicos en tumbas andinas han revelado hojas de coca cuidadosamente colocadas junto a restos humanos, lo que sugiere su importancia tanto en la vida diaria como en el más allá. En el Imperio Inca, se le consideraba una planta sagrada, relacionada directamente con la divinidad y la conexión con la naturaleza. La hoja de coca era empleada en rituales religiosos, especialmente en ceremonias dedicadas a la Pachamama (Madre Tierra) y a Inti (el dios del Sol), principales deidades en la cosmovisión andina.
Por ejemplo, el tinku, o intercambio ceremonial, era una práctica que incluía el uso de la coca en un contexto ritual y comunitario. En este proceso, las hojas de coca se ofrecían a los dioses en gratitud por las cosechas y para pedir protección y prosperidad. En tiempos de guerra, la hoja de coca también solía ser usada para bendecir a los guerreros, a quienes ofrecían fortaleza física y claridad mental antes de las batallas. Asimismo, la coca no sólo estaba presente en los rituales religiosos, sino que también, era considerada una planta esencial en la vida diaria de los campesinos, pastores y mensajeros (chaskis) que recorrían las rutas del imperio.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la coca continuó desempeñando un rol importante,pues se descubrió que los trabajadores indígenas rendían más y soportaban mejor las duras condiciones laborales en las minas al masticar coca.
La hoja de coca y el mal de altura
El mal de altura o soroche es una de las afecciones más comunes entre los turistas que visitan Cusco y otras zonas altas de los Andes peruanos. Este trastorno se produce cuando el cuerpo no se adapta lo suficientemente rápido a la disminución de oxígeno a grandes altitudes. Los síntomas pueden variar desde leves, como dolor de cabeza y cansancio, hasta más graves, como dificultad para respirar y náuseas intensas. De ahí que el mate de coca, sea un remedio muy popular para aliviar dichos síntomas, debido no solamente a sus beneficios inmediatos, sino también a sus propiedades preventivas, utilizadas desde el pasado por generaciones en las comunidades andinas. Al beber el mate de coca, los turistas experimentan un aumento en la oxigenación de la sangre, lo que facilita la adaptación a la altura. Además, la coca actúa como vasodilatadora, mejorando la circulación y ayudando al cuerpo a distribuir mejor el oxígeno.
Sin embargo, las propiedades de la hoja de coca comprende un conjunto de propiedades más amplio que definitivamente merece de nuestra atención.
Más allá del mate de coca: otros usos medicinales
Si bien el mate de coca es la forma más conocida de consumo para los visitantes, en la medicina tradicional inca, es vista como una planta versátil con amplios beneficios para la salud, y su uso va mucho más allá de combatir el mal de altura.
Mejora de la digestión.
Una de las propiedades más destacadas de la hoja de coca es su capacidad para mejorar la digestión. Masticar coca o beberla en forma de té ayuda a aliviar malestares estomacales, como la hinchazón, la acidez y los gases. En las comunidades rurales, es común que se utilice la hoja de coca para tratar indigestiones después de una comida abundante.
Analgésico natural.
La coca es un analgésico suave que se emplea para reducir dolores de cabeza, musculares y articulares. Su capacidad para aliviar el dolor sin los efectos secundarios de los fármacos modernos la convierte en una opción natural en la medicina tradicional. A menudo, las hojas son masticadas o aplicadas directamente en la piel, ya sea como cataplasma o en forma de infusión.
Estimulante y energizante.
Las hojas de coca contienen alcaloides naturales que, al ser masticados o ingeridos, proporcionan un impulso de energía sin los efectos secundarios de otros estimulantes, como la cafeína. Esto es particularmente útil en las comunidades andinas, donde los campesinos y pastores trabajan largas horas a grandes alturas, con pocas oportunidades de descanso.
Propiedades antiinflamatorias.
La coca también tiene propiedades antiinflamatorias que han sido aprovechadas para tratar heridas e infecciones leves. Las hojas masticadas o en forma de ungüento se aplican directamente sobre picaduras de insectos, cortes o contusiones para reducir la hinchazón y acelerar la cicatrización.
Ayuda para enfermedades respiratorias.
En algunas zonas de los Andes, la hoja de coca se utiliza para aliviar los síntomas de enfermedades respiratorias, como el resfriado o el asma. La infusión caliente de coca puede ayudar a despejar las vías respiratorias y calmar la tos.
Control de peso.
Aunque menos conocida, la hoja de coca también se utiliza en algunas regiones como un supresor natural del apetito. Esto ha llevado a que en la actualidad se desarrollen productos comerciales a base de coca que prometen ayudar en dietas de control de peso, aunque en esta forma, se recomienda siempre un consumo moderado.
El chacchado: la masticación tradicional de la hoja de coca
Una de las formas más tradicionales de consumir la coca es mediante la masticación, conocida como chacchado. Este proceso consiste en formar una pequeña bola de hojas que se coloca entre la mejilla y los dientes. A lo largo de los siglos e incluso milenios, pues, según investigaciones, las civilizaciones peruanas ya masticaban coca hace 8000 años, el chacchado ha sido una práctica cotidiana en las comunidades andinas, tanto en contextos laborales como sociales, al ser no solo una fuente de energía, sino también una manera de compartir y conectar con otros. Masticar coca se convierte en un ritual colectivo en muchas regiones, donde los campesinos y trabajadores rurales lo hacen en grupo a fin de mantener el ritmo de trabajo y la conversación. Además, el proceso de chacchado permite que los alcaloides de la coca se liberen de manera lenta y controlada, prolongando sus efectos benéficos sin producir una “explosión” de energía como lo haría una bebida energética moderna.
Otros usos tradicionales y simbólicos de la hoja de coca
El uso de la hoja de coca en la cosmovisión andina va más allá de lo medicinal. Para los pueblos originarios, esta planta ha jugado un papel clave en los rituales de ofrenda y gratitud hacia la naturaleza. El ch’alla es uno de los rituales más comunes, en el que se ofrece coca a la Pachamama como muestra de respeto y agradecimiento. Durante ceremonias importantes, como las de inicio de cosechas o construcción de una nueva vivienda, es costumbre esparcir hojas de coca sobre la tierra como símbolo de ofrenda.
Otro aspecto simbólico importante es el uso de la coca en la adivinación, donde un chamán operador, llamado katipac o generalmente paqo, interpretará las hojas de coca arrojadas sobre un paño para predecir el futuro o buscar respuestas a preguntas importantes. Este arte de la adivinación es considerado un acto sagrado que solo puede ser realizado por personas con un profundo conocimiento de la coca y de la cosmovisión andina.
Conclusión: La hoja de coca como parte de la experiencia andina
Más allá de ser un remedio para el mal de altura, la hoja de coca encarna la historia, cultura y sabiduría de los pueblos indígenas peruanos. Su versatilidad medicinal y simbólica ha hecho que perdure a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y conexión con la naturaleza. Para los viajeros que visitan Cusco y otras zonas de altura en los Andes, la coca no solo representa alivio físico, sino también una puerta de entrada a las antiguas tradiciones de esta tierra mágica.
En tu próximo viaje a Cusco, no dudes en disfrutar de una taza de mate de coca o probar el chacchado, y si quieres conocer más sobre las tradiciones locales y sus costumbres, te invitamos a descubrirlo con nosotros.
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