Barrio de San Blas: El rincón bohemio del Cusco

Barrio de San Blas en Cusco

En lo alto de Cusco, el barrio de San Blas se erige como un refugio para artistas, artesanos y viajeros. Este rincón bohemio combina historia, cultura y arte, ofreciendo a quienes lo visitan una experiencia única. Conocido por sus calles empedradas, sus antiguas casas coloniales y sus impresionantes vistas de la ciudad, San Blas es uno de los lugares más especiales para conocer en Cusco. A continuación, te llevamos en un recorrido por su historia, arquitectura y todo lo que podrás disfrutar en este encantador barrio.

Historia del barrio de San Blas

El barrio de San Blas tiene raíces profundas que se remontan a la época incaica, cuando era conocido como T’oqokachi, que en quechua significa “Cueva de Sal”. Este nombre se debe a la ubicación del barrio, en una colina desde la cual fluían aguas de manantial y se obtenía una vista privilegiada de todo el valle del Cusco. Durante este tiempo, San Blas fue hogar de importantes familias de la nobleza inca, muchas de ellas dedicadas a la arquitectura y a las artesanías, lo que ya entonces le otorgaba un aire especial.

Fotografía antigua de la cuesta de san blas
Fotografía antigua de la Cuesta de San Blas.

Uno de los hechos más destacados de T’oqokachi es que, hasta mediados del siglo XVI, albergaba los restos mortales de Pachacútec, uno de los incas más influyentes y el artífice de la construcción de Machu Picchu. Este hallazgo sugiere que el barrio tuvo una gran relevancia para la élite inca.

Con la llegada de los españoles, el barrio pasó a llamarse San Blas, en honor a un obispo del siglo III conocido por sus habilidades curativas. Los conquistadores destruyeron los templos incas que había en la zona y erigieron en su lugar las edificaciones coloniales que hoy forman parte del atractivo del barrio. A medida que pasaron los siglos y llegó la República, San Blas comenzó a consolidarse como un centro turístico importante y un hogar para muchos de los artistas más célebres de Cusco, como los famosos Hilario Mendivil, Edilberto Mérida y Santiago Olave. Hoy en día, muchas de sus galerías y talleres están abiertos al público, permitiendo que los visitantes no solo admiren sus obras, sino también las adquieran.

Una mezcla única: Arquitectura colonial e inca

San Blas es un claro ejemplo de la combinación perfecta entre la arquitectura inca y colonial. Al caminar por sus calles empedradas, notarás cómo las construcciones coloniales se alzan sobre bases de antiguos muros incas, que han resistido el paso del tiempo con su característico trabajo de piedra en seco. Las puertas de madera tallada, los balcones coloniales y los detalles andinos hacen de San Blas un lugar mágico que parece haber quedado atrapado en el tiempo.

Calle Carmen Alto, en el barrio de San Blas.

Además, la Iglesia de San Blas, situada en la plaza principal del barrio, es otro ejemplo fascinante de esta mezcla. Construida en el siglo XVI sobre lo que fue un adoratorio inca, esta iglesia es pequeña, pero guarda uno de los tesoros más importantes del arte cusqueño: su famoso púlpito tallado en madera. La leyenda dice que el artista ofreció su alma a cambio de poder completar esta obra maestra, considerada una de las mejores tallas coloniales del Perú.

El arte y la cultura: La esencia bohemia de San Blas

San Blas es conocido como el barrio de los artesanos y por buenas razones. En sus calles encontrarás una gran cantidad de talleres, galerías y tiendas de arte donde los visitantes pueden observar el trabajo de los artistas locales. El Museo Taller Hilario Mendivil es uno de los lugares más emblemáticos para visitar, donde se exhiben las famosas esculturas de santos con cuellos alargados, característica que hizo mundialmente conocido a Mendivil. Este taller sigue funcionando, y puedes ver a los artesanos crear sus piezas únicas mientras recorres la galería.

Museo taller Hilario Mendivil
Museo Taller Hilario Mendivil, en la Plaza San Blas.

Otro lugar imprescindible es el taller de Edilberto Mérida, cuyos trabajos en cerámica presentan figuras realistas y expresivas que rompen con el estilo tradicional del arte cusqueño. Estos artistas han dejado una huella imborrable en el barrio de San Blas, y sus obras se encuentran no solo en museos, sino también en casas de todo el Perú.

La plazoleta de San Blas y su iglesia: El corazón del barrio

La Plazoleta de San Blas es el centro neurálgico del barrio. Rodeada de tiendas, cafés y pequeñas galerías, es el lugar perfecto para sentarse y disfrutar del ambiente bohemio y relajado de San Blas. En el centro de la plazoleta se encuentra la Iglesia de San Blas, que data de finales del siglo XVI y destaca no solo por su valor histórico, sino también por el mencionado púlpito tallado en cedro, una obra maestra del arte, y parte de nuestra herencia colonial.

plazoleta de san blas cusco
Plazoleta de San Blas.

La plaza es también el lugar donde se celebran eventos culturales y ferias de arte, especialmente los fines de semana, cuando los artesanos exponen sus trabajos en un ambiente festivo. Es un espacio donde lo moderno se mezcla con lo tradicional, haciendo que cada visita a San Blas sea una experiencia cultural inolvidable.

Sabores bohemios: Gastronomía y cafés en San Blas

San Blas no solo ofrece una experiencia artística, sino que también se ha consolidado como un destino gastronómico imperdible en Cusco. Aquí tienes algunas de las mejores opciones para disfrutar de una deliciosa comida o un café mientras te sumerges en la atmósfera bohemia del barrio.

Cafe Jill's Cusco

Jill’s Café Cusco.

Este pequeño y acogedor café es conocido por sus paninis, quesadillas y sopas, ideales para una comida ligera y rápida. Su ambiente relajado lo convierte en un lugar perfecto para descansar después de recorrer las calles empedradas de San Blas. Los clientes destacan la amabilidad del personal y las porciones generosas, lo que lo convierte en un excelente lugar para quienes buscan calidad y precio razonable.


Restaurante y Hotel Boutique Refugio en la cuesta de San Blas

Refugio Restaurante.

Escondido en la cuesta de San Blas, este restaurante es un verdadero tesoro oculto. Ofrece un ambiente elegante y tranquilo, lo que lo hace ideal para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad. Refugio es conocido por su exquisita cocina que combina sabores tradicionales con un toque contemporáneo. Los comensales destacan la experiencia gastronómica en un ambiente íntimo y acogedor, perfecto para una cena relajada.


Restaurante Pachapapa San Blas

Pachapapa. 

Ubicado en la Plaza de San Blas, Pachapapa es uno de los restaurantes más emblemáticos del barrio. Ofrece una experiencia gastronómica auténtica, con especialidades como el cuy al horno y la pachamanca, un plato tradicional andino cocido en piedras calientes. El restaurante cuenta con un hermoso patio al aire libre, donde puedes disfrutar de tu comida rodeado de un ambiente rústico y tradicional. Pachapapa es perfecto para quienes desean probar platos típicos peruanos en un entorno relajado y acogedor.


Café L'atelier

L’atelier Café Concept. 

Este encantador café mezcla arte y gastronomía, siendo un lugar ideal para quienes buscan relajarse en un espacio lleno de creatividad. Además de sus excelentes opciones de café y té, L’atelier ofrece una selección de pasteles caseros que lo hacen perfecto para una pausa dulce durante el recorrido por San Blas. Su balcón ofrece una vista hermosa del barrio, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar del paisaje cusqueño mientras saboreas una bebida caliente.


Crepería La Bo'M en San Blas

Crepería & Backpacker La Bo’M. 

Este es el lugar perfecto para los amantes de los crepes. La Bo’M es un espacio relajado que ofrece una gran variedad de crepes, tanto dulces como salados, con ingredientes frescos y locales. Su ambiente informal y su deliciosa oferta lo han convertido en un favorito tanto de los locales como de los turistas.


Restaurante Green Point en San Blas

Green Point. 

Para los que buscan opciones vegetarianas o veganas, Green Point es una parada obligada. Este restaurante ha ganado popularidad gracias a su innovadora cocina basada en plantas, utilizando ingredientes frescos de origen local. Entre sus platos más destacados se encuentran el risotto de quinua y las hamburguesas de lentejas a la parrilla, que combinan sabores tradicionales peruanos con un enfoque saludable.


Cada uno de estos lugares ofrece una experiencia única, reflejando el carácter bohemio y artístico de San Blas, lo que lo convertirá en parte indispensable de tu viaje culinario.

La vida bohemia y artística actual

San Blas sigue siendo un lugar donde la creatividad fluye en cada rincón. Artistas locales y viajeros de todo el mundo encuentran en este barrio una fuente de inspiración y un refugio para expresarse. Las tiendas de artesanía, los murales coloridos y los pequeños talleres abiertos al público le dan a San Blas un ambiente único que ha resistido el paso del tiempo, manteniendo su esencia artística y bohemia.

Los artesanos de San Blas
Una de las piezas de arte del Museo Hilario Mendivil.

La cuesta de San Blas y sus miradores

Uno de los grandes atractivos que no puedes perderte es la famosa Cuesta de San Blas, una calle empinada que conduce al corazón del barrio. A medida que subes por esta cuesta, no solo te encuentras con tiendas de artesanos y galerías, sino que también descubres una vista impresionante de la ciudad de Cusco. La subida es desafiante, pero las vistas y el ambiente lo hacen totalmente recomendable.

Mirador de San Blas Cusco
Hermosas vistas desde el Mirador de San Blas.

Actividades y festividades locales

San Blas también se destaca por su vibrante vida cultural. Durante el año, se celebran diversas festividades tradicionales en las que el barrio se viste de colores y música. Entre las celebraciones más importantes están un gran número de festividades religiosas y ferias de arte, donde los artesanos exponen sus mejores trabajos. Además, es común encontrar eventos culturales y conciertos al aire libre en la plaza.

Ferias de Arte de la Plazoleta San Blas.

San Blas como base para explorar Cusco

San Blas es una excelente opción para quienes buscan un lugar tranquilo y pintoresco para alojarse en Cusco. Su proximidad al centro histórico, combinado con su ambiente relajado, lo convierten en una base perfecta para explorar los principales atractivos de la ciudad. Desde aquí, es fácil caminar hacia lugares como la Plaza de Armas, el Coricancha y las ruinas de Sacsayhuamán, lo que hace de San Blas una ubicación privilegiada para cualquier viajero.

Calles estrechas del barrio de San Blas.

Recomendaciones para tu visita a San Blas

Si planeas visitar San Blas, te recomendamos tomarte el tiempo para explorar sus calles a pie, descubrir sus tiendas de artesanías y probar su oferta gastronómica. Recuerda llevar una cámara, ya que cada rincón del barrio es digno de una foto. Si te gustan las caminatas, asegúrate de subir la Cuesta de San Blas hasta los miradores para disfrutar de las vistas de la ciudad. Y si estás buscando un lugar donde alojarte, San Blas ofrece una amplia gama de opciones que van desde hostales acogedores hasta hoteles boutique llenos de encanto.

Calles de piedra de San Blas
Las características calles del Barrio San Blas durante la época lluviosa de Cusco.

Conociendo San Blas con Viagens Machu Picchu

Explorar San Blas es una experiencia que ningún visitante de Cusco debería perderse. Si deseas disfrutar de este encantador barrio al máximo, Viagens Machu Picchu te ofrece paquetes turísticos y tours guiados por sus calles llenas de historia, arte y cultura. También puedes aprovechar nuestras recomendaciones de alojamiento en San Blas para que vivas de cerca su ambiente bohemio y artístico. ¡Déjate llevar por la magia de San Blas y vive una experiencia inolvidable con nosotros!